Amaneció nuevamente, hoy es un buen día para encontrarte.
Busco tu rostro
desesperadamente entre la multitud y no apareces, mi hermana dice que vendrás
pronto, que te traerá nuevamente la aroma a primavera a olas de mar y brisa.
Luego de tanto escudriñar en rostros de personas, te
muestras, eres tú, están tan cerca que podría actuar de manera inmediata y casi
inconsciente; para darte un beso, un abrazo, una caricia y compartir mí tiempo,
mis sueños… tal vez mi vida.
Pero me vuelvo de humo y no volteas a verme. Como explicarte
esto que ciento, esas ganas de llorar por que no te tengo, y es que soy tan aprensiva que siento miedo, miedo de mis propios sentimientos; de tratar de demostrarte
ese mundo mágico y casi perfecto que he visualizo a cerca de nuestro amor, lo
cual me provoca un desconcierto al regresar a este mundo y ver que tu no estas
enterado de este hecho.
Te acercas muy despistada lo cual hace que se acelere mi
pulso y brillen mis ojos, como dos cristales mostrando tu reflejo, luego
entablas cierta conversación con migo, la cual no acierto; te hablo de mis
tareas, de mi día e inquietudes; aun que no las conoces solo asientas con la
mirada para demostrar que me estas escuchando.
Ahora que
estas en frente y con tu atención fijada en mi, el enorme reto es: como contarte, como decirlo
que este miedo crese aun mas si no te encuentro de nuevo y no te quedas
conmigo.
M.R.F